jueves, 13 de octubre de 2011

EL RESPETO FAMILIAR

El respeto en una familia empieza por ti. Si tratas a tu hijo con el mismo respeto que a cualquier persona, lo estás educando con tu ejemplo.
El respeto que le tienes a tu hijo se manifiesta en la calidad del trato que le das. Las ventajas educativas de tratar con respeto son decisivas.
Debes tener en cuenta que los niños tienen sentimientos muy intensos. A menudo los adultos olvidan esto y piensan que, al no tener la suficiente madurez, no sienten igual.
 
Cuando un niño recibe un trato considerado, reacciona con actitud de colaboración. Pronunciar una frase amable para pedirle alguna cosa en vez de darle una orden genera sentimientos de agradecimiento que lo animan a identificarse y colaborar.
 
Si tu hijo recibe un trato irrespetuoso, acaba por asumir conductas negativas e incluso agresivas. Al sentirse maltratado, el niño responde de mala manera a las solicitudes de los padres.
 
Los niños aprenden a relacionarse y a comportarse por imitación. Aprenden a hablar en el idioma que hablan los padres, aprenden imitando las palabras que oyen, pero además adquieren actitudes y maneras de comunicarse.
 
Si tu hijo recibe un trato delicado y respetuoso, te imitará y cuando las palabras que escuche expresen ideas valiosas y sentimientos positivos, crecerá en un ambiente de respeto y consideración.
 
Ten en cuenta que orientar, informar o exigir no es lo mismo que insultar, maltratar o avergonzar.
 
La cortesía, la amabilidad y el respeto deben ser la norma, tanto en casa como fuera de ella.
 
 
 
 
 
 
 
 

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